Mi cuerpo es mi templo incluso cuando se tambalea.
Mi cuerpo es sensible, sensible ante mis emociones y mis tribulaciones internas.
Mi cuerpo es sensible ante el caos externo, es sensible a la tristeza y estrés colectivo, al luto masivo, al llanto compartido, a la falta de seguridad.
A mi cuerpo le cuesta entender que la vida es un lugar seguro porque nadie se lo ha enseñado.
Demasiado sensible para este mundo.
Me pide poesía, dibujo, atardeceres, yoga, meditación. Mi cuerpo es un romántico, me pide bailar, correr, mirar a los ojos y tocar las manos.
Siempre pensé que el romanticismo venia del alma, o de una parte etérea que a penas podía tocar.
Pero no.
El romanticismo viene del cuerpo.
Es la carta de amor que el cuerpo le escribe al alma, por eso las dos lo disfrutan.
A mi cuerpo le gustan las lagrimas y los abrazos refugio, tumbarse en la hierba y que los pies toquen la tierra, le gusta abrazar arboles y mirar las estrellas.
A mi cuerpo le gusta sentir sin miedo, sin el limite auto impuesto del análisis de mis emociones o experiencias pasadas. Quiere ser una niña valiente y fugaz, rechaza la rigidez y la estructura del día a día.
Mi cuerpo es mi vehículo para venir al presente, es el conductor del ahora, mi mayor herramienta.
El cuerpo es el guía y el profeta que estaba esperando.
My body is my sanctuary even when is shaking.
My body is sensitive, sensitive to my emotions and my internal tribulations.
My body is sensitive to external chaos, it is sensitive to collective sadness and stress, to massive mourning, to shared crying, to the lack of security.
My body has a hard time understanding that life is a safe place because no one has taught it that it is.
Too sensible for this world.
My body asks me for poetry, drawing, sunsets, yoga, meditation. My body is a romantic, it asks me to dance, to run, to gaze into the eyes and into the fire, to touch hands to feel skin.
I always thought that romanticism came from the soul, or from an ethereal part of us that I could barely touch.
But not.
Romanticism comes from the body.
It is the love letter that the body writes to the soul, and that is why they both enjoy it.
My body likes tears and hugs that feel like refuge, lying on the grass and letting my feet touch the ground, it likes hugging trees and looking at the stars.
My body likes to feel without fear, without the self-imposed limit of analyzing my emotions or past experiences. She wants to be a free and brave girl, she rejects the rigidity and structure of everyday life.
My body is my vehicle to come to the present, it is the driver of the here and now, my greatest tool.
The body is the guide and prophet that I have been waiting for.
que bonito, tía
nerea am