//English Bellow//

Hace días que quería escribir sobre este tema pero no encontraba como, igual que muchos días no entiendo como mantener el sentido a trabajar y conseguir dinero para subsistir cuando el mundo esta ya en llamas.

Es normal sentirse así.

Y mas en estos últimos 4 años en que los conflictos sociales que se mantenían alejados de nuestra confortable realidad han literalmente explotado en nuestras caras. Y ya no puedes fingir que no sabes.

Estos días recordaba como Sebastião Salgado había perdido la esperanza en la humanidad después de haber pasado años como corresponsal en guerras, pensé en como la naturaleza le sanó. 

También estos días me encontré de frente con el conflicto dentro del conflicto, las discusiones en redes sociales, el posicionamiento, la exigencia de que todo el mundo se exprese. Las directrices para sentir, las directrices para actuar. Reglas y mas reglas. Y me pregunté si de esa exigencia de que todos reaccionemos de la misma manera es de donde vienen las guerras, esa exigencia por unificar y erradicar la diversidad, esa necesidad humana de poner etiquetas y clasificar.

Todo esto lo reflexiono desde mi comodidad, desde mi casa, desde mi luto por las imágenes que veo y que no se como digerir. Porque de alguna manera la culpa de todos los conflictos y malestares del planeta ha recaído sobre las personas y no sobre los que manejan los sistemas. De alguna manera extraña, la gente discute en internet pensando que todo se solucionará cuando estemos todas de acuerdo, pero la verdad es que estamos visionando en primera fila la decadencia de unos sistemas obsoletos, que ya no se sostienen por si mismos.

Y mientras tanto seguimos necesitando dinero y necesitando trabajar. Lo cual se siente absurdo. 

Y entonces recuerdo el arte como refugio y el arte como lenguaje. La sanación a través de la creación artística y las cualidades mágicas que ya todos sabemos que tiene. 

Y voy al refugio.

Y pinto, y canto mientras pinto y pienso en que soy rica, no porque tenga dinero si no porque tengo tiempo y puedo sentarme, pintar, escribir y cantar.

Y entonces pienso como durante tanto tiempo pude estar tan confusa, como pude equivocarme tantas veces y perseguir un objetivo que no es objetivo, que es una simple herramienta, como miles que hay. El dinero es un herramienta para llegar al objetivo de vivir en paz y sin preocupaciones, pero mientras nuestra mente persigue obcecada esa única herramienta y la transforma en objetivo, nuestra atención cambia y nuestra conducta con ella y nos enredamos cada vez más profundamente en la tela araña de un sistema que es infinito y que nunca va a llegar a esa calma que buscamos.

Una vez más nos encontramos con una verdad y es que el problema no somos nosotras ni el dinero, si no un sistema que nos exprime y nos extirpa de nuestras características individuales, nuestras cualidades únicas y nuestras diferencias compartidas. Nos ciega para no ver nuestra verdad y nos oprime hasta que nos sentimos pequeñas e inútiles piezas en un puzzle sin fin.

Y de esta misma manera se sienten los conflictos políticos, como imposibles de solventar, sobre todo los que se han mantenido históricamente durante años por cuatro tiranos.

La conclusión es, pon tus pies en el suelo y lleva tu mirada al cielo, eres mucho mas de lo que este sistema te ha hecho creer.   

Tu papel como consumidor tiene impacto.

Las protestas tiene impacto.

Cada árbol que plantas tiene impacto.

Y todo el amor que compartes tiene impacto.

Todo tiene sentido y tu tienes poder.

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      Mujeres contra el proyecto de Lignitos de Meirama. | // X.CASTRO

I have wanted to write about this topic for days but I couldn't find how, just as many days I don't understand how to keep the sense of working and getting money to survive when the world is already on fire.

It's normal to feel this way.

And even more so in these last 4 years when social conflicts that were kept away from our comfortable reality have literally exploded in our faces. And now we can't pretend like we don't know anymore.

These days I remembered how Sebastião Salgado had lost hope in humanity after having spent years as a correspondent in wars, and I thought about how nature healed him.

I also found myself face to face with the conflict within the conflict, the discussions on social media, the positioning, the demand that everyone express themselves. The guidelines to feel, the guidelines to act. Rules and more rules. And I asked myself if this demand for everyone to react in the same level or the same way is where wars come from, that demand to unify and eradicate diversity, that human need to label and classify.

I reflect on all this from the comfort of my home, from my grieve from seeing images and not knowing how to react. Because somehow the blame for all the conflicts and issues on the planet has fallen on the people and not on those who manage the systems. In some strange way, people argue on the Internet thinking that everything will be solved when we all agree, but the truth is that we are seeing firsthand the decay of obsolete systems, which no longer stand on their own.

And meanwhile we continue to need money and need to work. Which feels absurd.

And then I remember art as refuge and art as language. Healing through artistic creation and the magical qualities that we all know it has.

And I go to the shelter.

And I paint, and I sing while I paint and I think that I am rich, not because I have money but because I have time and I can sit, paint, write and sing.

And then I think about how for so long I have been so confused, how I could have been so mistaken and pursued a goal that is not a goal, that is a simple tool. Money is a tool to reach the goal of living in peace and without worries, but while our mind stubbornly pursues that only tool and transforms it into a goal, our attention changes and our behavior changes with it and we become more and more deeply entangled in the spiderweb of a system that is infinite and that will never reach that calm that we seek.

Once again we find a truth and that is that the problem is not us or money, but a system that squeezes us and removes our individual characteristics, our unique qualities and our shared differences. It blinds us from seeing our truth and oppresses us until we feel like small, useless pieces in an endless puzzle.

And in this same way, political conflicts are felt as impossible to resolve, especially those that have historically been maintained for years by four tyrants.

The bottom line is, put your feet on the ground and look to the sky, you are much more than what this system has led you to believe.

Your role as a consumer has impact.

The protests that you go have an impact.

Every tree that you plant have an impact.

And all the love that you spread has impact.

Everything makes sense and you have power.

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