A veces cuando sentimos estrés es una sensación tan grande que fulmina todo lo que la rodea, que no responde a lógica ni a ninguna dirección concreta. Está ahí con su presencia de estatua, de estructura megalítica, de montaña. Como un sentido ultimo, una verdad suprema.
¿Como estas?
Estresada
Y lo inunda todo, de razón, de autoridad, de reconocimiento. Nos invade la identificación. Cuando estas estresada parece que eso es lo único que eres, lo único que estas, la única verdad de tu sistema nervioso.
Cuesta ver los matices. Siempre pensamos que todo se irá cuando se solucione la fuente de nuestro estrés, “cuando termine pasará” “cuando pasen estos días difíciles ya estará todo bien” y con estas ideas empujamos el día a día arrastrando esta sensación con nosotras.
La vestimos como una chaqueta de plomo y con ella a cuestas se pasan los días, y lo que condenábamos a fuente de nuestro estrés pasa pero esa sensación no se transmuta del todo. Se convierte en patron y reformula nuestra manera de percibir cada evento que nos pasa, manteniéndonos en un estrés perpetuo, infinito, identificándonos, creyéndonos que somos y que estamos.
Esto pasa cuando entendemos el estrés como un lugar en el que estar y no como un sentimiento que nace de una o varias emociones producto de nuestro entorno y nuestras circunstancia. Si le preguntamos al estrés que ha venido a enseñarnos nos dirá muchas cosas como, “ es el miedo de hacer las cosas mal lo que me confunde y activa este sistema nervioso” o “me he dejado llevar por la dinámica del día a día y he desconectado de mi cuerpo”, el estrés puede decir muchas cosas, el siempre es mensajero, no es el fin.
La escucha es la solución.
Sometimes, when we feel stress it is a sensation so intense that it destroys everything around it, that does not respond to logic or any specific direction. It is sitting there with its presence like a statue, a megalithic structure, like a mountain. It acts as an ultimate meaning, a supreme truth.
How are you?
Stressed
And it floods everything, with reason, with authority, with recognition. Identification invades us. When you are stressed it seems that this is the only thing you are, the only truth of your nervous system.
It's hard to see the details. We always think that everything will go away when the source of our stress is solved, “when this situation ends it will pass” “when these difficult days pass everything will be fine” and with these ideas we push through the day, dragging this feeling with us.
We dress it like a metal jacket and walk with it on our backs watching the days go by.
What we condemned as the source of our stress passes, but that feeling is not completely transmuted.
It becomes a pattern and reformulates our way of perceiving each event that happens to us, keeping us in perpetual, infinite stress, identifying ourselves, believing that we are it.
This happens when we understand stress as a place to be and not as a feeling that is born from one or several emotions resulting from our environment and our circumstances.
If we ask the stress what it has come to teach us, it will tell us many things like, “it is the fear of doing things wrong that confuses me and activates this nervous system” or “I have let myself be carried away by the dynamics of everyday life and I have disconnected from my body”.
Stress is always a messenger, it is not the end.
Listening is the solution.