Photo by Carla Step 

Yesterday I was reading a post that Vanja Vukelić wrote on her new website The Meadow, the post was called “Soul over brand: Navigating Social Media as an Artist”, what she wrote reminded me how interconnected we are since my last weeks were dedicated to review and transform my relationship with social media and very specifically with Instagram.

Since some years ago my relationship with Instagram has been transformed, mostly against my will, which has meant a turmoil inside and then outside.

But just as we have transformed over the years, the platform did the same, and what at one time was a safe space for many, in which to be able to share our perceptions of existence and our artistic creations, gradually transmuted until becoming a place that is home to 1,336 million users, and in which it often seems that everyone is speaking at the same time.

I fought this change internally for a long time, always hoping that maybe the app would be restored and will go back to the way it was before.

Like many independent artists in the early years of Instagram I found the freedom to "finally" be able to do what I wanted without depending on galleries, companies, etc. They were very beautiful years in which I was able to share my work freely and connect with many more people than I ever imagined I would connect with.

But the change came and once it was accepted and after allowing myself a period of mourning, I realised that one of the things that made me reject the situation in that app the most was not only its algorithms and attempts to keep us addicted as users, but also also the appearance of new concepts such as "Content Creator", concepts with which I never felt nor will I feel represented, this affected me when sharing my work in a place that right now houses such a large and diverse audience . And yet I continued to depend on Instagram to survive.

This placed me against my principles at many times, so I decided to stop fighting the app and start playing with it, but above all, always taking into account my own thinking, my needs and my emotions.

My first step in regaining my power and autonomy was to eliminate the need to use my cell phone as a distraction in public places, while waiting or in empty moments in my life.

Those moments are mine and I want to win them back.

To achieve this, I deleted all the social media from my phone, including YouTube, as you know, they have included Shorts and it is very easy to fall into a vortex of meaningless videos in there.

At first I was able to leave the apps installed on my iPad and only use them during work, but over time I realized that I was getting into those vortexes from my iPad too so I made the decision to remove them from there as well.

My current relationship with social networks like TikTok, Instagram or Youtube only occurs during working hours and at a specific time when I am making a post, the rest of the time they remain uninstalled.

During my time on those social media, I regularly made posts and I continue to share my work as I normally would, but now emphasising all the ways to contact me.

I dedicate time to answer messages and communicate that I am taking longer periods of time off those apps so people know that they can contact me via email without any problem and that I am still available for them.

This gesture, which may seem extreme to many and small to others, meant a world for the battery of my phone and for my internal battery.

All those empty spaces were filled with writing, reading, contemplation, meditation, calls to friends and moments of connection with myself.

This new way of using social media allows me very long periods of time without exposing myself to things I don’t want to or choose to while I continue to use them as a tool to share my work.

*Positive things about uninstalling the app outside working hours:

1. We do not fall into immediate interaction, instead we will allow ourselves to rest after sharing our work.
2. We will let go of the constant counting of Likes and visits.
3. We will create a real space outside of work, nobody likes to take their work home.
4. We will take care of our mental and emotional health by not exposing ourselves to so many stimuli.

 I hope this post inspires you to look for new ways to connect through social media and to respect your physical and energetic spaces :)

* If you have already discovered your way to connect in a healthy way in those spaces please share it in the comments so you can inspire other people to do the same. 

Sending you Love and Light,

Carmen

——— Español ———

Ayer estaba leyendo un post que Vanja Vukelić escribió en su nueva web The Meadow, el post se llamaba “Soul over brand:Navigating Social Media as an Artist”, lo que escribió me recordó lo interconectadas que estamos ya que mis ultimas semanas las había dedicado a revisar y transformar mi relación con las redes sociales y muy en concreto con Instagram.

Hace años que mi relación con Instagram se ha transformado, mayormente contra mi voluntad, lo que ha significado un revuelto en mi interior y luego en mi exterior.

 Pero igual que nosotras nos transformamos a lo largo de los años, la plataforma hizo lo mismo, y lo que en su momento fue un espacio seguro para muchas, en el que poder compartir nuestras percepciones de la existencia y nuestras creaciones artísticas se fue transmutando hasta convertirse en un lugar que alberga a 1336 millones de usuarios, y en el que muchas veces parece que hablen todos a la vez.

 Este cambio lo pelee internamente durante mucho tiempo, siempre con esperanza de que quizás la app se reciclaría y volvería a ser como antes. 

 Como muchas artistas independientes en los inicios de Instagram encontré en la plataforma la libertad para “por fin” poder hacer lo que quería sin depender de galerías, empresas, etc.  Fueron unos años muy bonitos en los que pude compartir mi trabajo de manera libre y llegar a conectar con muchísimas mas personas de las que nunca imaginé llegaría a conectar.

 Pero el cambio llegó y una vez asumido y después de permitirme un tiempo de luto, me di cuenta de que una de las cosas que mas me hacían rechazar la situación en esa app no solo eran sus algoritmos e intentos de mantenernos adictos como usuarios si no también la aparición de nuevos conceptos como el de “Creador de contenido” , conceptos con los que nunca me sentí ni me sentiré representada, esto me afectaba a la hora de compartir mi trabajo en un lugar que ahora mismo alberga un publico tan grande y diverso. Y aún así seguía dependiendo de Instagram para subsistir. 

 Esto me situaba en contra de mis principios en muchos momentos, así que decidí dejar de luchar contra app y empezar a jugar con ella pero sobretodo siempre teniendo en cuenta mi pensamiento propio, mis necesidades y mis emociones.

 Mi primer paso para recuperar mi poder y mi autonomía fue eliminar la necesidad de utilizar mi teléfono movil como mecanismo de distracción en lugares públicos, mientras esperaba o en momentos de vacío de mi vida. 

 Esos momentos son míos y quiero reconquistarlos.

 Para conseguirlo eliminé todas las redes sociales de mi movil incluido YouTube, como sabéis han incluido Shorts y es muy fácil caer en un vórtice de videos sin sentido ahí dentro. 

 En principio pude dejar las apps instaladas en mi IPad y solamente utilizarlas durante el trabajo, pero con el tiempo me di cuenta de que entraba en los vórtices de contenido basura desde mi IPad así que tomé la decisión de eliminarlas de ahí también.

 Mi relación actual con redes sociales como TikTok, Instagram o Youtube se da solamente en horas de trabajo y en un momento concreto en que esté realizando un post, el resto del tiempo permanecen desinstaladas.

 Durante mi tiempo en las redes realizó post habitualmente y continuo compartiendo mi trabajo como haría normalmente pero ahora haciendo hincapié en todas las formas que hay de contactarme.

Dedico tiempo a contestar mensajes y comunicar que estoy tomando espacios de tiempo más largos fuera de las redes así las personas saben que pueden contactarme vía email sin problema y que sigo disponible para ellas.

 Este gesto que puede parecer extremo para muchas y pequeño para otras significó un mundo para la batería de mi movil y para mi batería interna.

 Todos esos espacios de vacío se rellenaron con escritura, lectura, contemplación, meditación, llamadas a amigas y momentos de conexión conmigo misma.

 Esta nueva manera de usar las redes me permite espacios de tiempo muy largos sin exponerme a ellas a la vez que sigo utilizándolas como herramienta para compartir mi trabajo.

 *Cosas positivas de desinstalar la app fuera del horario de trabajo:

1. No caeremos en interacción inmediata, si no que nos permitiremos reposar después de compartir nuestro trabajo.
2. Dejaremos ir el constante conteo de Likes y visitas.
3. Crearemos un espacio real fuera del trabajo, a nadie le gusta llevarse el trabajo a casa.
4. Cuidaremos de nuestra salud mental y emocional al no exponernos a tantos estímulos.

 Espero que este post os inspire a buscar nuevas maneras de conectar a través de redes sociales y a respetar vuestros espacios físicos y energéticos :) 

 Si ya habéis descubierto vuestra manera de conectar de una forma sana con las redes sociales compártela en los comentarios y así podrás inspirar a otras personas a hacer lo mismo.

 Os mando mucho amor, 

Carmen